Protestamos para defender nuestros derechos fundamentales: salarios dignos, educación y salud pública para nuestras familias, y un país donde el Estado garantice los derechos conquistados con el esfuerzo diario en cada puesto de trabajo.

 

Tenemos en la memoria aquellos pioneros en las luchas obreras, que se organizaron valientemente para alcanzar y proteger sus derechos sociales y laborales. Por eso celebramos cada victoria obtenida a lo largo de nuestra historia, que ha cimentado un marco legal que asegura nuestra dignidad en el trabajo y hoy tenemos la obligación de defender lo conquistado.

 

Es también un día para reclamar la atención a necesidades aún pendientes. En un contexto donde se ven amenazados nuestros derechos sociales, laborales, sindicales y previsionales, nos posicionamos firmes en defensa de las conquistas alcanzadas, las cuales se enfrentan a intentos de ser socavadas, ignorando la voz de los trabajadores.

 

Nuestro país y nuestra sociedad atraviesan un periodo crítico. Un gobierno que, bajo la excusa de una “libertad de mercado” malinterpretada, ha implementado un ajuste severo que golpea principalmente a los de menores ingresos, trabajadores asalariados, jubilados y pensionados. Con precios descontrolados en alimentos, medicamentos, energía y servicios esenciales, y salarios que pierden poder adquisitivo, las negociaciones salariales se ven obstaculizadas por políticas gubernamentales que impiden una actualización justa de los ingresos. Esto ha derivado en recesión y aumentos constantes, que se traducen en una transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía.

 

El presupuesto destinado a jubilaciones y pensiones, obras públicas, subsidios al transporte, entre otros, ha sufrido cortes drásticos, demostrando que el ajuste recae sobre los más vulnerables.

 

Ante un gobierno que carece de un plan económico sostenible y coherente, y que no ofrece un futuro prometedor ni apuesta por un crecimiento integral, se ha perdido el diálogo social.

 

En este urgente escenario, el movimiento obrero, organizado desde la Confederación General del Trabajo, se mantiene unido y firme.

 

Por eso, mañana en el SOESGYPE MISIONES adherimos y nos sumamos a la protesta. Y paramos EN DEFENSA PROPIA. Nos manifestamos para exigir negociaciones salariales libres y el respeto a las leyes laborales que protegen nuestros derechos.

 

Mañana, 9 de mayo, nos encontraremos en la Plaza 9 de Julio en el centro de Posadas a las 9 de la mañana. Sin embargo, cada localidad, cada pueblo de nuestra provincia y de nuestro país, se hará presente con su bandera en alto y su voz, en un reclamo legítimo que nos concierne a todos.

 

Reafirmamos nuestro compromiso y derecho a contribuir al diseño de la sociedad que deseamos. Convocamos a todos los sectores sociales e institucionales a unirse en la creación de un programa de consenso multisectorial, avanzando hacia una agenda de diálogo para una Argentina orientada al desarrollo, la producción y el trabajo; una nación solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades.

Ningún individuo puede pretender cambiar la cultura de una nación que se ha forjado a través de su historia; ese cambio es responsabilidad de toda la comunidad argentina.