Cerramos el primer semestre con un aumento del costo de vida en torno al 16 por ciento, y todo indica que la inflación anual estará en torno al 30 por ciento. Mientras esperamos la homologación del último acuerdo salarial que debería ser abonado con los haberes de junio, desde el SOESGyPE Misiones llevamos ese planteo a la Mesa Nacional, para que la discusión que debe retornarse en septiembre de este año se haga teniendo en cuenta esos valores.
Hemos dejado atrás la jornada del paro del lunes 25 que entendemos fue contundente y de la cual el gobierno nacional acusó recibo. Por decreto el Poder Ejecutivo, previo al paro -pero en respuesta al anuncio de la medida- estableció un “Régimen Simplificado Voluntario de Adecuación de la Negociación Salarial Año 2018”.
Y aunque el gobierno se esmere en decir que las paritarias son libres, es real que el P.E.N. puso un techo y obligó que todos los acuerdos se cierren con 15% de aumento en los salarios como máximo, en línea con las proyecciones inflacionarias oficiales previas a la devaluación- Hoy los economistas estiman la inflación para este año en 25 por ciento como mínimo, y por nuestra protesta se vio obligado a liberar la discusión salarial.
La mayoría de los gremios (23 sobre 29 paritarias) firmaron por el 15 por ciento, algunos, para compensar, consiguieron sumas no remunerativas, bonos o algún tipo de premio que incrementan el monto final o el compromiso de revisión vía cláusula gatillo, como es el caso del SOESGyPE.
Dante Sica flamante Ministro de Producción nacional, mientras se desarrollaba el paro contra el ajuste salvaje -en la jornada del lunes 25 de junio- desayunó con la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y almorzó con la Unión Industrial Argentina (UIA). Ante ambos sectores el ministro Sica describió un panorama poco menos que sombrío para la economía de los próximos seis meses, y en dicha reunión anticipó también a los empresarios de las dos entidades, que las paritarias pactadas al 15% ya no existían y que habría que actualizar salarios.
Sirve recordar en este punto que el INDEC estableció que la inflación de 2017 fue del 24,8%.
Pero eso ya es anecdótico, y lo importante es tener en cuenta lo conseguido hasta acá. Para nuestro sector de los trabajadores “estacioneros” logramos que por el desfasaje de la inflación del año pasado nos reconocieran seis mil pesos como suma fija no remunerativa, de los cuales incorporamos mil pesos al básico de abril. Ese aumento de suma fija significa un 5% por ciento de aumento para todas las categorías.
A ese básico actualizado se le aplica el 10% de aumento retroactivo a abril y 5% con el sueldo de julio. Pero además con la certeza de que en septiembre nos reuniremos nuevamente para discutir el ajuste por mayor inflación.
El aumento del costo de vida esperada por el mercado y que releva mensualmente el Banco Central tiene una proyección del 22% a inicios de mayo. Y ese porcentaje no incluye el impacto de la devaluación del dólar que hará subir precios de primera necesidad y tarifas; por lo que es de esperar que este año cerremos con un porcentaje que rondará 25 a 27%
Comparativamente con lo logrado por los otros gremios, hasta el momento, salvo el sindicato de aeronavegantes que logró el 29% (Asociación Argentina de Aeronavegantes) camioneros (25% pero que termina de actualizar en marzo de 2019), el de Sanidad que logró el 20% en tres cuotas más cláusula gatillo, y los aceiteros, que lograron un 19% en una cuota desde enero, la mayoría de los gremios firmaron en pagos por tramos y con el techo de 15.
Ningún otro gremio logró firmar una paritaria por encima de la inflación esperada. Pero está claro que las negociaciones de cara al segundo semestre serán muy discutidas por la «cláusula de revisión» que permite renegociar nuevos aumentos: máxime cuando desde el mismo gobierno nacional hablan de un enfriamiento de la economía y de una recesión. El ministro Jefe de Gabinete Marcos Peña reconoció que “producto de los shocks externos que hemos tenido y la crisis cambiaria, eso va a tener un efecto de algunos meses más recesivos”, según lo publicara el diario La Nación, en su edición del 27 de junio.
En líneas generales como sindicato, si bien perdimos contra la inflación del año pasado, para el SOESGyPE no fue tanto como en otros casos, porque del acuerdo del año pasado, finalmente logramos un 5 por ciento adicional que llevo el ajuste de 2017 al 20% y la expectativa para este año es superar ese piso.
Como siguen las negociaciones y acuerdos en otros gremios
Los gremios docentes, sin su paritaria nacional, prosiguen con la lucha en cada una de las provincias, peleando por un acuerdo más cercano al 25%.
Los “Metro delegados” de los subterráneos de Buenos Aires, tratan de volver a ser reconocidos como los representantes del subte, para poder negociar una paritaria, superior al 15% en tres cuotas que firmó la Unión Tranviarios Automotor UTA
Otro gremio importante, como el sindicato de mecánicos SMATA, viene realizando acuerdos trimestrales. Por el período enero-marzo 2018 logró un aumento del 6%, y todavía tiene pendiente la negociación por el período abril-junio, que no se resolvió, pese a que estamos terminando el mes de junio.
Comparativa de escalas
Cada sindicato tiene sus peculiaridades laborales y obviamente es muy difícil comparar funciones y retribuciones en un espectro muy amplio como el de los estacioneros, camioneros, mecánicos, trabajadores de la salud, metalúrgicos, obreros de la construcción, administración pública, etc; pero “en líneas generales estamos conformes con lo logrado por el SOESGyPE” afirmó nuestro Secretario General Gerónimo Sanabria, quien recordó que “los salarios de nuestros trabajadores están en el orden de los 20 mil pesos. Ya a julio del año pasado teníamos nuestro básico más bajo en 19 mil y para julio de este año nuestro piso será de 22 mil pesos» Mientras que los empleados de comercio acordaron pisos de 20 mil recién para este año, y los gastronómicos arrancan con pisos de 15 mil. Mientras que la SMATA arranca con piso de 13 mil para maestranza y lavador de 17 mil.
«Sin dudas no nos interesa saber que otros trabajadores cobran menos, ni tampoco nos conforma, pero nos da tranquilidad de saber que dentro de los márgenes de maniobrabilidad que tenemos, nuestros ingresos están en una franja más que aceptable, respecto de muchos otros trabajadores de otros gremios». enfatizó Sanabria.
“En líneas generales, creemos que deberíamos tener mejores ingresos, pero comparativamente con actividades similares nuestros salarios son buenos, respecto de otras actividades del amplio universo laboral de nuestro país” afirmó Sanabria “y vamos a seguir trabajando para garantizar que las familias de nuestros trabajadores no pierdan poder adquisitivo”.